insectos endemicos de la peninsula iberica
La picadura genera urticaria y edema, además de vesículas, pápulas o costras que pueden manifestarse y permanecer. Otros síntomas, si bien raros, tienen la posibilidad de ser náuseas, vómitos, calambres musculares y dificultad respiratoria. Algunas especies de medusas pueden producir una picadura en los humanos, ocasionando reacciones locales y efectos sistémicos eventuales. El tratamiento frente a la picadura de medusas busca atenuar los efectos del veneno, impedir intoxicación posterior gracias a trozos residuales de medusas, y estar atento a advertir reacciones sistémicas ocasionales, incluido el shock.
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Son animales planos y con una extendida cola, que posee un aguijón por el cual inocula el veneno. El veneno es de una naturaleza proteica no bien identificada, pero se sabe que es termolábil (se altera con facilidad por la acción del calor). Su picadura puede ser dolorosa, por norma general genera un rápido escozor y una intensa irritación. Aún cuando el contacto con extractos de medusa o tentáculos liberados en el agua no generan cuadros dermatológicos graves, esta especie libera un mucus que tiene dentro células urticantes. Sus células urticantes poseen un veneno bastante activo que produce la sensación de escozor, dolor profundo, inflamación y enrojecimiento de la piel.
Es un buitre que suele estar también en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos. Esta clase de ave presenta eun tamaño menor al de las cigüeñas blancas, aunque puede llegar a medir un metro de altura y a pesar tres kilogramos. Normalmente, tienen la posibilidad de encontrarse ejemplares en la Península Ibérica, aunque tienden a ser mucho más abundantes en el norte de Extremadura. Este singular ambiente a gran altitud, sobre 100 metros, abundante vegetación y elevada humedad posibilita una entomofauna peculiar como el llamado “Cigarrón”, un saltamontes rechoncho y áptero endémico Eumigus montícola. Resalta otro endemismo de la Península Ibérica escasísimo; es el Duende es un precioso insecto a mitad de camino entre una libélula y una mariposa.
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Así, no es de extrañar que formase parte, por ejemplo sociedades científicas, de la Academia de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de Zaragoza, de la Sociedad Ibérica de Ciencias Naturales y de la Sociedad Entomológica de España. Anémonas y otros cnidarios En este apartado nos ocupamos de esos animales que continúan anclados en las rocas y que semejan plantas. Suele vivir en zonas areniscas y es frecuente que continúe inmóvil sobre el fondo, produciéndose la picadura siendo pisada por el hombre.
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Su vulnerabilidad frente a la extinción se debe al poco territorio que habita y a la caza. En las grutas y cavernas del levante peninsular, desde Almería hasta Girona.
Según Klass et al. , citando a otros autores, este hongo causa la desaparición de la langosta en condiciones inmejorables de temperatura (25-32 C) en una semana, pero es muy poco efectivo a temperaturas superiores a.C.e inferiores a 15 C. Entre las especies de langosta analizadas por estos autores está la langosta marroquí y la langosta italiana presentes en las dehesas extremeñas. En la gráfica adjunta (Collar et al.,2002) se muestran las curvas de supervivencia de un ensayo efectuado en 1998 en la provincia de Ciudad Real. La supervivencia tras la aplicación es mínima tras 8-15 días de la aplicación y a los 22 días el exterminio es total, mucho menor que la supervivencia sabiendo la mortalidad por causas naturales . Aproximadamente un mes tras lograr el estado maduro, desde mayo, las hembras realizan la puesta de manera similar a la langosta del desierto, permaneciendo en estado de diapausa a lo largo del invierno hasta la eclosión en los meses de febrero a abril. Al igual que la langosta del desierto, las ninfas realizan cinco mudas de acuerdo incrementan de tamaño, apartadas entre 5 y diez días, alcanzando el estado maduro entre 25 y 40 días tras la eclosión. Desde la segunda muda las larvas, aún sin alas, se desplazan en grupo formando “bandas” o “cordones”, con gran número de individuos, que tienen la posibilidad de alcanzar densidades de varios miles por metro cuadrado.
Está en riesgo de extinción por causa de la caza furtiva, la pérdida de los humedales donde vive y por el cruce con otra clase de malvasía que está mermando rápidamente la población. Es agresiva, rápida y muy activa; se nutre de mamíferos pequeños, lagartos y aves, y aparte de vivir en la península ibérica, también se la puede ver en el norte de África y el sureste de Francia. Es un ave endémica en riesgo de extinción –solo quedan unas 400 parejas en libertad– de importante tamaño y con plumaje oscuro, salvo en la parte alta de las alas y los hombros. En el capítulo dedicado a la langosta del desierto hemos visto la influencia de las variables meteorológicas en el avance y migración de la langosta. Por consiguiente los modelos predictivos están sujetos a enormes incertidumbres.
